Esta noche es de agua... Esta noche es de hielo... Esta noche es de aire... Esta noche es de viento... Esta noche es de ascuas... Esta noche es de fuego… Los pechos de las acacias, en la cruda noche, emanan leche de espinas. De sus pezones agrietados sangran clorofila, dejando un río de roja ceniza. El polvo de estrellas ya no es de plata, deja un rastro de sangre sobre la tierra quemada... ¡Esta noche es de hirviente lava, chirriantes relámpagos y sabor a hiel amarga!