No todo es casualidad, ni buena o mala suerte. Es todo más rebuscado, a cosa hecha, mal- ideado… Una mala idea en una mente retorcida que a meta ha llegado. No te rindas, corre hacia la cima, salta y ¡corónala! ( antes de ser aplastado)
Esos días interminables en los que al llegar la noche el cuerpo está cansado y la mente agotada. El alma, adolorida, borra los colores y se pasea transparente como agua clara, sin huesos, sin músculos, sin articulaciones...Hueca. Vacía de pinceles y canciones, poemas, versos y flores, ósculos, tiovivos y unicornios.