perdona por no ir a verte,
no se porqué extraña historia,
te hice vivir eternamente.
En mi fantasiosa imaginación
fuimos vacunados,
volvimos a abrazarnos,
echamos carreras
con los andadores
y nos tomábamos una cerveza
con tapa, en mi comedor.
¡Que falsos son, a veces,
los sueños!
Comentarios
Publicar un comentario