Ni dinero, ni limusinas,
ni palacios, ni joyas…
Nada de eso necesita,
el abraza árboles.
Ni muebles,
ni parqué,
ni incendios,
ni cenizas,
ni humo asfixiante…
solo troncos de árboles
con venas de clorofila
escondidas en su corteza.
Latidos vivos
que conectan vida.
¡Clorofila en vena!
Comentarios
Publicar un comentario