Hermoso cuerpo,
marchar te dejé
como si no te fuese a necesitar
...y aunque en verdad,
nada necesito
que no sea una insignificante
pero grandiosa sonrisa,
déjate acariciar.
¡Me haces falta!
Preciso del saludo de tu alma
y de su abrazo…
de la carcajada
de sus chispeantes ojos.
Comentarios
Publicar un comentario