Un beso de luna…
un beso de agua…
un beso de hierba…
un beso de cristal…
un beso de nube…
un beso de niebla…
¡Se marchan!
Regresan disfrazados…
de granizo,
de escarcha,
de carama,
de ósculo caliente en la fría nalga,
de ósculo helado en la febril nalga,
de calambre roto sin orgasmo,
de punzada en el bajo vientre,
de dentellada dentada
que se confunde y se transforma
bajo la resaca de diciembre.
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