Y preguntan…
¿ para qué?
Tan sólo con
escuchar su dulce música,
encuentras el baile…
con percibir su suave tacto,
acaricias los versos..
con vibrar en su cálido abrazo,
abrazas el sueño…
con humedecerse en su perfume,
perfumas el silencio…
con bañarse en su espuma,
se disipan los miedos…
Tan solo con olerla
es suficiente
para traer calma, paz y sosiego,
para respirar absoluta tranquilidad.
Inhalar silencio y exhalar conticinio.
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