—¿Quieres ser mi amigo?
—Déjame en paz,
no tengo tiempo,
ya tengo demasiados.
—No, tu hablas de conocidos,
colegas, interesados…
Los verdaderos,
¡esos!, nunca son demasiados.
" Amigos existen bien pocos,
muchas veces ninguno,
porque…
¿quién acude a tu llamada
a las cuatro de la madrugada?
Quién se sienta,
te observa,
te escucha,
te sonríe
y te regala su abrazo de luz…
sin juzgarte,
sin interrumpir,
entendiendo tu sufrimiento…
Quién llora tus lágrimas,
quién calienta tu frío,
quién te regala su paz,
quién te quita los miedos,
quién consuela tu alma…
¡Dime!
¡¿Quién de tus amigos?!"
Comentarios
Publicar un comentario