No todo es casualidad, ni buena o mala suerte. Es todo más rebuscado, a cosa hecha, mal- ideado… Una mala idea en una mente retorcida que a meta ha llegado. No te rindas, corre hacia la cima, salta y ¡corónala! ( antes de ser aplastado)
Esos días interminables en los que al llegar la noche el cuerpo está cansado y la mente agotada. El alma, adolorida, borra los colores y se pasea transparente como agua clara, sin huesos, sin músculos, sin articulaciones...Hueca. Vacía de pinceles y canciones, poemas, versos y flores, ósculos, tiovivos y unicornios.
V- EN LA CIUDAD Un tubo de escape. Millones de tubos de escape. En el aire, polución. En los ojos, niebla pegajosa. La mirada de un gris roto se volvió negro tizón, se ahogó en su propio iris. El oído ensordeció, los acúfenos se enquistaron en el tímpano; ya no volvió a escuchar el latido de la tierra. No sintió su latencia. No recuperó su paz. Ahogada en su respiración, no despertó. ¿Resucitará?