"Caminando en línea recta, no puede uno llegar muy lejos" … Pero se llega. Todo es… comenzar. La cuestión no está en si la línea recta es corta, larga, curva, quebrada o un zigzag. La línea es la vida y en ella la acción es caminar…, no te detengas ni aunque tus pies dejen de andar, entonces vuela. Pinocho cierra el cuaderno de lectura y se pone de pie para hacer los quince estiramientos diarios de tobillos, las flexiones de rodillas y las rotaciones de caderas correspondientes. Se recoloca las cervicales de madera y emprende el paseo diciendo, "¡hasta el infinito y más allá!" En la aventura no le crece la nariz, le brotan alas, alas que disfrutan canas cuando, ya ancianas, recitan sus memorias. Un hermoso legado de testamento, que hará historia.