"Verle las orejas al lobo" Perdido en ásperas tinieblas le vió… las orejas, el lomo, la crin erizada, los dientes y hasta el rabo. Sin dudarlo se aupó en él y lo guió en el camino de regreso. Ahora forma parte del estrecho círculo de sus amigos.
En el maratón de la vida si no puedes correr, marcha, si al marchar te falta el aliento, entonces anda, si andando flaqueas date un gusto y pasea, si el paseo te cansa siéntate y observa… observando aprendes, que hasta gateando se gana, solo es otra forma de llegar a la meta.
Cuatro paredes ciegas, sus esquinas sordas y un techo que amortaja los sueños y aplasta las noches. Una aguja ensarta la ventana y la cuelga de la chimenea, donde no me puedo asomar. Una cremallera encierra los deseos y roba los pulmones. La brisa se lleva todas las ilusiones. El cielo, con todas sus estrellas y constelaciones, se cae sobre la cama… y la cosa, pesa un huevo. Un huevo de hierro, que voy a usar como bastón de ciego, como bomba de mano con un objetivo certero.