Me quedo parada... y nada se para, ni mi sangre que late sin brío. Me bloqueo... y nada se bloquea, todo sigue. Echo a andar... y el camino se mueve conmigo, gira en torno al sendero, buscando el destino.
Aunque duela… sea difícil… duro… injusto y cruel… solo hay dos caminos: rendirse o luchar y yo no soy de las que se rinden. ¡Eso jamás! Siempre fuerte y p'alante.
No todos los días tengo ganas de llorar. No todos los días pienso en morirme. No todos los días quiero vivir, pero todos los días necesito luchar, para crecer en perseverancia y crear ganas de respirar.