Árboles quemados, árboles anegados. El monte en llamas, el monte en aguas bravas. El mundo ardiendo, el mundo lloviendo. El agua salva y arrasa. El fuego solo destruye. ¿El fuego solo destruye? Si, se destruye a sí mismo, pero… también renueva.
Joyas. Bienes. Inmuebles. Riqueza. Títulos. Cursos. Másteres. Diplomas. ¡Nada es suficiente! ¡Todo embelesa! Cuando la vida es tan simple para el que, sin saber escribir, sabe vivir sin nada de fuera. La carrera más importante, auténtica y verdadera. La que da felicidad y quita quebraderos de cabeza. No te dejes atrapar por ideas externas, se consciente de la auténtica belleza.
Baila con pies de trompo, trompo que con el cordón es lanzado al pavimento para que ondule con la púa roma... un baile de peonza. Peonza que sucumbe en la coreografía de la vida, rodando por el suelo. Peonza que con un enrollado de cuerda, brinca al empedrado danzando de nuevo.
Por mucho que llore, grite o muerda…, el orgasmo sigue roto, no despierta. Por mucho que chille, me quede sin voz o me cague en sus muelas… el orgasmo ya no es orgasmo, tiene la sensibilidad de una piedra. Por mucho que vocifere, él no vocifera. Por más que lo intente se quedó en la espera, solo espero que algún día vuelva.