Madre tierra, enfermera, enfermedad y medicina. Seamos curanderos de su herida, sólo así sanaremos nuestro cáncer dormido, ahora despierto. Su reloj de arena no tiene quien le dé la vuelta. Ha entrado en parada cardiorrespiratoria. Insuflemos aire a Madre Tierra. ¡Necesita oxígeno! El oxígeno intubado curó mi pulmón enfermo. Seamos tubo en su garganta, oxígeno en su pulmón, cigoto en su vientre… y como buenos cómplices, abracemos a la pachamama. Inhalemos. Exhalemos. Respiremos…con ella. Las lágrimas conmueven, pero no curan la naturaleza, reblandecen la herida , menos dosis saladas y más metaforacrormina. Menos ¡ay que pena! más reciclaje, más replantación, más ayuda, más voluntarios y no voluntarios, salvando el planeta.