Madre tierra,
enfermera,
enfermedad
y medicina.
Seamos curanderos
de su herida,
sólo así sanaremos
nuestro cáncer dormido,
ahora despierto.
Su reloj de arena
no tiene quien le dé la vuelta.
Ha entrado en parada cardiorrespiratoria.
Insuflemos aire a Madre Tierra.
¡Necesita oxígeno!
El oxígeno intubado
curó mi pulmón enfermo.
Seamos tubo en su garganta,
oxígeno en su pulmón,
cigoto en su vientre…
y como buenos cómplices,
abracemos a la pachamama.
Inhalemos.
Exhalemos.
Respiremos…con ella.
Las lágrimas conmueven,
pero no curan la naturaleza,
reblandecen la herida ,
menos dosis saladas
y más metaforacrormina.
Menos ¡ay que pena!
más reciclaje,
más replantación,
más ayuda,
más voluntarios y no voluntarios,
salvando el planeta.
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