Suelto creencias ajenas
para sembrar semillas propias.
No temo las tinieblas
pues su oscuridad prende
la luz más cálida y tierna.
Guiada por mi experiencia
escribo, canto, recito poemas…
Me escucho,
ya no vivo afuera,
pues habitan en mí
innumerables dones y fuerzas.
Disfruto mi existencia.
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